La infiltrada (Arantxa Echevarría)

Quizá el rasgo más relevante de La infiltrada (Arantxa Echevarría, 2024) sea su normalidad, o sea, que pueda presentarte como un thriller y funcionar como tal, como película de entretenimiento, de suspense y acción. La parte de análisis histórico o político no se muestra omnipresente sino en cierta medida diluida; nada que ver con la reconstrucción densa, prolija, y el comentario político abrumador de la novela Las fieras (Clara Usón, 2024), por poner un ejemplo.

La infiltrada (Arantxa Echevarría) - Un thriller eficaz

Y sin embargo, La infiltrada posee una excelente ambientación y una fotografía muy adecuada a la recreación de la atmósfera guipuzcoana de la época. Pero esa lograda ambientación parece servir más a la construcción convincente de un escenario que a una presentación documental del tipo cuánto-hemos-sufrido. Y se agradece. Así, la película se ubica perfectamente en su tiempo y lugar, es creíble, pero puede -en parte al menos- elevarse sobre su circunstancia para lograr cierta excelencia dentro del género de la acción policial y el suspense.

Con un cambio de decorado, esos mismos policías que montan la operación podrían estar infiltrando a alguien en una mafia de la droga por ejemplo (como probablemente lo hacen), y eso con similares escenas, trucos, peripecias, riesgos, pánico y nervios al límite… De la misma manera, los etarras -que lo son, eso sí, de forma convincente- podrían, sin embargo, pertenecer a cualquier mafia, secta fanática, agencia de espionaje o sociedad delictiva, con el correspondiente cambio de caracterización. Los discursos de los que hacen gala van desde la brutalidad poco elaborada a la ingenuidad casi infantil, pero evitando castigar al espectador con excesivos mítines o arengas.

La infiltrada - gran ambientación

Así pues, nos parece que el centro de la película está en el suspense, en la acción y en la relación intensa entre los personajes. Y en ese terreno, La infiltrada funciona notablemente bien. La directora (y coguionista junto a Amèlia Mora de esta idea original de María Luisa Gutiérrez) sabe manejar profesionalmente el género, la atención no decae y todos los artilugios del suspense (el tiempo, la acción paralela, la violencia, la persecución, el miedo, la inminencia) funcionan adecuadamente y logran captar al espectador.

La infiltrada (Arantxa Echevarría), la relación entre los personajes

Intensa relación entre los personajes

Lo mismo puede decirse de la otra pata, la relación entre los personajes, muy lograda y compleja, superando la superficialidad y dando volumen a los distintos caracteres, todos ellos bien interpretados por protagonistas y secundarios. El final no defrauda y deja al espectador con la misma sensación que probablemente queda a la protagonista, lo cual es un acierto. Como crítica, parece que los letreros que se muestran al terminar sobran bastante y alejan a la película de su verdadero final.

Recomendable pues la cinta, que encantará sobre todo a los amantes del thriller, con una ambientación muy bien realizada, que sirve para el recuerdo o para el conocimiento de la época, pero sin abrumar con mensajes histórico-políticos. Y mostrando cómo, con el paso de las décadas, determinados hechos que fueron trágicos pueden irse convirtiendo (recordemos La vaquilla de Berlanga) en circunstancia y escenario para los géneros narrativos.

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2 comentarios

  1. Completamente de acuerdo. Es cine de género bien realizado y eficaz. Y, efectivamente, si cambias el grupo donde se infiltra la policía por un cártel de narcotraficantes u organización análoga, la película funcionaría con igual solvencia. Los personajes principales están bien desarrollados y los secundarios, trazados con cuatro pinceladas que los caracterizan de formas convincente, sin perder el tiempo en explicaciones prolijas que sólo perjudicarían al ritmo y al interés del filme. Lo dicho, un buen thriller.

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