La expresividad de las pintadas
Galería fotográfica con texto introductorio que recupera pintadas políticas, curiosas, históricas, artísticas… desde los años 70 hasta hoy.
Hoy que te amo, dejará de ser
la libertad una palabra escrita en la pared.
(Pablo Guerrero, 1972)
Era un chavalín cuando hice mi primera pintada. Fue a la salida del cole, la escribí en una tapia de rasillas con la punta de una tiza que había encontrado cerca de la pizarra. Aquella sucinta frase, que pinté con la letra redonda que el profe me enseñó, estaba entonces de moda.
Pienso que escribir en una pared es algo connatural, es un impulso que no se puede detener, algo similar a la necesidad de dar una patada al bote que encontramos en el camino.
Me parece que cuando alguien escribe en una pared expresa un deseo o una petición que considera imposible, o de muy difícil realización. Si, en cambio, utiliza el insulto, con mayor o menor gravedad, busca liberarse del resentimiento acumulado por alguna injusticia que padece o ha padecido, pero sucede, en general, que los autores de las pintadas tratan de catalizar la conciencia colectiva con un mensaje breve e impactante.
Las pintadas se hacen políticas
En 1968, la pintada dio un salto cualitativo de carácter olímpico con el Mayo francés. Los cientos de miles de carteles a que dio lugar el levantamiento popular fueron declarados «armas al servicio de la lucha» y vistieron de revolución las calles de París. ¿Quién, de aquellos tiempos, no recuerda los lemas de «Prohibido prohibir» o «Seamos realistas, pidamos lo imposible»? Una nueva y poética visión de la realidad inundó la capital francesa y conmovió al mundo: La beauté est dans la rue.
En 1976, España también se iba a llenar de pintadas (muchas más de las que ya tenía), con motivo de la celebración de un referéndum sobre lo que llamaron Proyecto de Ley para la Reforma Política, que fue el antecedente legal y necesario para la posterior Transición. La lucha política entre el gobierno y los partidos todavía ilegales (que pedían al pueblo la abstención) produjo una avalancha de pintadas y carteles que, como en París, inundaron las principales ciudades españolas.
En 1977, después de que las fuerzas abstencionistas perdieran la votación, aparece un libro titulado Pintadas del referéndum, del Equipo Diorama, prologado por José Luis L. Aranguren, catedrático de la UCM, una publicación que fue la que definitivamente me motivó a seguir fotografiando las pintadas, carteles, inscripciones y murales que en el futuro me fui encontrando.
Pintadas del referéndum no se distinguió por la calidad de su impresión, pero como escribió López Aranguren en la presentación del libro: «En suma, hemos tenido lo que la cosa misma, el referéndum, merecía. Estas fotos lo documentan y recopilan. Y estéticamente, con mucho, lo mejoran».
Las pintadas: expresión política y social
Después de tanto tiempo transcurrido me he puesto a la tarea de recuperar fotografías, todavía convencido de que las pintadas, ahora rebautizadas memes, fueron una herramienta crucial de expresión política y social, las expresiones gráficas —y muchas veces anónimas— de los revolucionarios, los desfavorecidos, los enamorados y de tantos otros…, de los que las utilizaron como medio de expresión para manifestar su descontento con un régimen político, su esperanza en un mundo mejor, su odio por algo o alguien o quizás su amor por una persona.
Si leen ustedes el título de esta introducción no se molesten conmigo: son cosas de un crío con los dedos tiznados de yeso, un chaval que, sin saberlo, se acercaba al momento en que las palabras dejan de ser letras en una pared.
Texto y fotos por Pedro M. Martínez Corada
Madrid, febrero de 2025
© Derechos reservados
El autor
Director y editor de la Revista Almiar (Margen Cero), escritor, fotógrafo y locutor aficionado.
Su actividad fotográfica se puede resumir en lo siguiente:
1973 – 2.º Premio del I Concurso Fotográfico del INCAFO (modalidad reportaje).
1977 – Medalla de Plata/Seleccionado en la Muestra Audiovisual de la Unión Artística Vallisoletana.
1979 – Participación en el XXIV Salón Internacional San Fermín.
1979 – Participación en el II Concurso Internacional de Fotografía del Principado de Andorra
1982 – 1.º Premio en fotografía en color y en diapositiva del GRUPO CAMP (Caja de Madrid).
2003 – Seleccionado y publicación de tres fotografías en el Maratón Fotográfico Caja Madrid.
2009 – Seleccionado para la exposición del concurso «El agua de Madrid», convocado por la Fundación Canal y PHotoEspaña.
2010 – Seleccionado y publicado en el catálogo del Certamen Fotográfico «Islas del Mundo» (Septenio 2010 – Gobierno de Canarias).
Enlaces:
Revista Almiar: https://margencero.es/margencero/
Página personal: https://martinezcorada.es
Instagram: https://www.instagram.com/martinezcorada/
Mi enhorabuena a la Revista Varapalo, por publicar este trabajo tan cargado de historia y didáctico. Como no, felicitar al autor P.M.Martínez, por la calidad documental y técnica de sus fotografías. Me gustaría resaltar que la redacción de la introducción es Como se suele decir de «Chapeau». Gracias.
Mil gracias, Miguel, por lo que nos toca. En efecto es un gran trabajo de Pedro, desarrollado a lo largo del tiempo, con mucha penetración y muy bien presentado. ¡Un abrazo!
Gracias a ti, Miguel. Tus comentarios son de los que «ponen las pilas» y animan a seguir. Un abrazo,
Como ha dicho Miguel, la introducción del autor de las fotografías es, también, un documento que nos sitúa en aquella época en la que las paredes se convirtieron en el lienzo para volcar nuestros anhelos y frustraciones. Muy buenas, Pedro.
Gracias, Carmen, me gusta tu metáfora del lienzo, las paredes han «soportado» bastante más que la simple frase: en muchas ocasiones encontramos en ellas obras de arte. Un saludo afectuoso,
Gracias mil por el apoyo de vuestra revista y enhorabuena por el trabajo que hacéis, la revista está fetén (como podríamos decir en aquellos lejanos ’70). Un abrazo,